LA ZONA DE DESARROLLO PRÓXIMO:
Una nueva relación
entre aprendizaje y desarrollo Como se puede ver, la postura mencionada
anteriormente se centran en describir las características de los sujetos en
distintos períodos del desarrollo cognitivo, ya sea en términos de estructuras
lógicas o bien de capacidades para procesar la información. Este punto de vista
postula una relación entre aprendizaje y desarrollo, donde es necesario conocer
las características del individuo a una determinada edad, para adaptar el
aprendizaje a ellas.

Sin embargo, observa
Vygotsky, no podemos limitarnos simplemente a determinar los niveles evolutivos
si queremos descubrir las relaciones reales del desarrollo con el aprendizaje.
El autor plantea una relación donde ambos se influyen mutuamente. Esta
concepción se basa en el constructo de Zona de Desarrollo Próximo propuesto por
Vygotsky.
En su teoría sobre la
zona de desarrollo próximo (ZDP), el autor postula la existencia de dos niveles
evolutivos: un primer nivel lo denomina nivel evolutivo real, es decir, el
nivel de desarrollo de las funciones mentales de un niño, que resulta de ciclos
evolutivos cumplidos a cabalidad. Es el nivel generalmente investigado cuando se
mide, mediante test, el nivel mental de los niños. Se parte del supuesto de que
únicamente aquellas actividades que ellos pueden realizar por sí solos, son
indicadores de las capacidades mentales. El segundo nivel evolutivo se pone de
manifiesto ante un problema que el niño no puede solucionar por sí solo, pero
que es capaz de resolver con ayuda de un adulto o un compañero más capaz.
Por ejemplo, si el
maestro inicia la solución y el niño la completa, o si resuelve el problema en
colaboración con otros compañeros. Esta conducta del niño no era considerada
indicativa de su desarrollo mental. Ni siquiera los pensadores más prestigiosos
se plantearon la posibilidad de que aquello que los niños hacen con ayuda de
otro puede ser, en cierto sentido, más indicativo de su desarrollo mental que
lo que pueden hacer por sí solos.
Un ejemplo presentado
por Vygotsky es el siguiente: Supóngase que estoy investigando a dos niños que
entran a la escuela, ambos tienen diez años en edad cronológica y ocho, en
términos de su desarrollo mental. ¿Puedo decir que tienen la misma edad mental?
Por supuesto que sí. Pero ¿qué es lo que significa esto? Significa que ambos
son capaces de resolver por sí solos, tareas cuyo grado de dificultad está
situado en el nivel correspondiente a los ocho años. Si me detuviera en este
punto, daría pie a suponer que el curso del desarrollo mental subsiguiente y
del aprendizaje escolar, será el mismo para ambos niños, porque depende de su
intelecto. Ambos niños parecen capaces de manejar, sin ayuda, un problema cuyo
nivel se sitúa en los ocho años, pero no más allá de dicho límite.
Supongamos que les
muestro diversas maneras de tratar el problema. Distintos experimentadores
emplearían distintos modos de demostración; unos realizarían rápidamente toda
la demostración y pedirían a los niños que la repitieran; otros iniciarían la
solución y pedirían a los pequeños que la terminaran; otros, les ofrecerían
pistas. En un caso u otro, se insta a los niños a que resuelvan el problema con
ayuda. Bajo tales circunstancias resulta que el primer niño es capaz de manejar
el problema cuyo nivel se sitúa en los doce años, mientras que el segundo llega
únicamente a los nueve años. Y ahora, ¿son estos niños mentalmente iguales? La
diferencia observada entre la edad mental (ocho años) y el nivel de desarrollo
mental para aprender con ayuda, presentado por los dos niños (doce y nueve
años), pone en evidencia que el curso futuro del aprendizaje variará, en ambos
niños.
Esta diferencia es lo
que Vygotsky denomina zona de desarrollo
próximo, la cual consiste por tanto en la distancia entre el nivel real de
desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un
problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la
resolución de un problema, bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro
compañero más capaz (Good, T., Brophy, G. 1983).
La ZDP define aquellas
funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en proceso de
maduración, funciones que un mañana no lejano alcanzarán su madurez y que aún
se encuentran en estado embrionario. Estas funciones, dice el autor, podrían
denominarse “capullos” o “flores” del desarrollo, en lugar de “frutos” del
desarrollo.
El nivel de desarrollo
real caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente, diciendo lo que el
niño es ya capaz de hacer, mientras que la “zona de desarrollo próximo”
caracteriza el desarrollo mental prospectivamente, en términos de lo que el
niño está próximo a lograr, con una instrucción adecuada.
Como se puede ver, la
ZDP caracteriza de una nueva forma la relación entre aprendizaje y desarrollo.
El aprendizaje ya no queda limitado por los logros del desarrollo entendido
como maduración, pero tampoco ambos se identifican, planteando que aprendizaje
y desarrollo son una y la misma cosa. Por el contrario, lo que hay entre ambos
es una interacción, donde el aprendizaje potencia el desarrollo de ciertas
funciones psicológicas. Así, la planificación de la instrucción no debe hacerse
sólo para respetar las restricciones del desarrollo real del niño, sino también
para sacar provecho de su desarrollo potencial, es decir, enfatizando aquello
que se haya en su ZDP.
El concepto de ZDP
enfatiza que el aprendizaje es interpersonal, es un evento social de carácter
dialéctico, en que el aprendizaje depende tanto de las características
individuales como de las del contexto -los profesores o pares más competentes-.
La relación de colaboración que se establece entre el niño y el adulto, generan
un plano intersubjetivo en el cual el niño emplea signos que voluntariamente
aún no puede ejercer, pero que, gracias a la colaboración entre las partes,
podrá internalizar pronto, apropiándose de ellos (Baquero, 1997).
El niño reconstruirá de
manera interna una operación externa, transformándola del plano interpersonal a
uno intrapersonal que contendrá los significados sociales adquiridos de su
contexto sociocultural gracias al lenguaje que actúa como herramienta
mediadora. Según Vygotsky el aprendizaje constituye la base para el desarrollo
y “arrastra” a éste, en lugar de ir a la zaga como lo plantea Piaget.
BIBLIOGRAFÍAS.
Baquero, R. (1997). Vygotsky
y el aprendizaje escolar, Buenos Aires, Aique.
Good, T., Brophy, G.
(1983). Psicología Educacional.. México, Graw-Hill.
Schunk, D. (1997).
Procesamiento de la información. En Teorías del aprendizaje (2nda. Ed)
(pp.143-189). México: Pearson Education.
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